Tablilla de madera o «Luh»

Descripción

El terreno fortificado de un agadir (granero comunitario), tiene la consideración de zona sagrada con obligación de paz, y su organización estaba regulada por un complejo sistema de normas, en las que se establecían los derechos y deberes de los miembros de la comunidad.

Dichas normas, plasmadas por escrito, en árabe, se guardaban celosamente en el interior de cada granero, junto con los títulos de propiedad de cada celda.

La mayoría de graneros, especialmente los del Anti-Atlas y del Siroua, se rigen por un acta de fundación, llamada luh o “tabla”, que recoge las reglas de funcionamiento.

Muchas de estas actas emanan de unas épocas anteriores a las de su puesta por escrito y alcanzaron gran prestigio.

Cabe destacar que, aunque las poblaciones donde se encuentran los graneros hablan beréber, dichas actas están escritas en árabe, de lo que resulta que la mayoría de los interesados no pueden leer ni comprender el reglamento escrito.

Tales reglamentos, que pueden ser considerados como un monumento histórico de  la jurisprudencia consuetudinaria beréber, determinan los derechos y deberes de los copropietarios, pero además contienen indicaciones concernientes a la fundación, recogiendo el título de propiedad, las tareas de mantenimiento, el uso de los instrumentos de medida, la venta y aprovisionamiento de productos, los préstamos sobre cosechas, los turnos de vigilancia, la represión y sanciones de las malas acciones cometidas dentro del recinto, la regulación de las relaciones sociales entre los usuarios y las ampliaciones del granero.

Estas tablillas, de madera de argán tratado, recuperadas por ancianos bereberes de antiguos graneros ya abandonados o en ruina, son un documento único y una oportunidad de disponer de una parte de la historia más antigua de nuestro país vecino.