Uno de esos sitios míticos para los amantes del off road a los que les gusta “pistear” por el sur de Marruecos es la Lápida Citroën. Alrededor de ella circulan un buen puñado de historias a cada cual más impresionante.
La más habitual de oír es la que cuenta que está dedicada a algún piloto del Dakar (e incluso a algún mecánico), que falleció en un accidente en aquel punto durante una etapa cuando la prueba se celebraba en el continente africano.
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